Todo el poder del Paraguay se ha volcado en frustrar una prueba de ADN que podría dejar acorralado al cura papá
Si existe hoy alguien que pide a gritos a su pasado que lo suelte, parafraseando a unos célebres humoristas argentinos, es el actual presidente del Paraguay por la gracia de Dios, el excelentísimo cura papá Fernando Lugo.
Luego de que una profesional apareciera en los medios dispuesta a realizar un ADN entre los hijos de Benigna Leguizamón y Hortensia Morán, dos mujeres que demandaron a Lugo por paternidad irresponsable, quedó en evidencia la desesperación del cura por evitar quedar acorralado por pruebas de ADN.
Una fuerte presión que solo puede provenir del oficialismo luguista y del gobierno, hizo que quedara frustrada por el momento la iniciativa, dejando mal parado al popular programa de TV “Mina en Domingo”.
Pocos días antes, varios medios paraguayos se hicieron eco la semana pasada del trascendido que la supuesta madre del cuarto hijo de Fernando Lugo en realidad es la abuela, lo cual sería la verdadera motivación para realizar en ese caso también pruebas de ADN..
La verdadera madre sería una joven de 24 años, que habría mantenido la relación con el obispo siendo menor de edad. Ya en el caso de Viviana Carrillo, el precipitado reconocimiento del hijo había sugerido que se debía por el hecho que la misma había hecho constar en su demanda por paternidad irresponsable, que la relación de ambos se había iniciado cuando tenía apenas 15 años.
El ADN de Narcisa podría revelar si es en verdad la madre o la abuela del niño. Por su parte, Hortensia Morán y Benigna Leguizamón anuncian que ante la negativa del laboratorio paraguayo realizarán una prueba de ADN entre sus respectivos hijos ante las cámaras de un canal de reality show del Brasil, trasladando el escándalo al plano internacional.
El análisis será para determinar si son hermanos, lo cual apuntaría con mayor certeza a que ambos son hijos del cura papá, con lo cual quedaría acorralado el irresponsable padre, cuyos seguidores son capaces de enviar al Parlamento una ley que lo exima de reconocer sus hijos para ahorrarle el mal trago.
Pero las leyes nunca se aplican de manera retroactiva y como ya lo advirtió el dramaturgo griego Agatón, ni aún un Dios puede cambiar el pasado. LAW